Guadalajara y sus torres: una ciudad que crece sin estructura
Reflexiones sobre la urgente necesidad de un plan maestro para el AMG
La inspiración de este post nace de un post de Reece Martin sobre la estructura metropolitana de Toronto, algo que me resonó mucho con Guadalajara, dejo su substack por si alguien quisiera checarlo
Guadalajara: torres, transporte y el esqueleto ausente de la ciudad
Me encantan las ciudades, son organismos vivos: respiran, crecen, cambian, cuentan historias. Aunque, a veces, también te preocupan.
Guadalajara es una de esas ciudades que me preocupan. No porque no esté creciendo —de hecho, se está llenando de torres, de rascacielos, de nuevos clusters verticales que hace apenas unas décadas eran impensables—, sino porque no tiene una estructura metropolitana real que le dé sentido y sostén a ese crecimiento.
No hay un camino claro para que Guadalajara se convierta en una metrópoli menos dependiente del automóvil, más competitiva, más ecológica, más verde y MÁS CONECTADA. Y sé que no soy el único que sueña con una ciudad donde no sea obligatorio tener coche, donde podamos movernos en metro, caminar bajo árboles, respirar aire más limpio, sentirnos conectados a escala humana.
Tiene todo el sentido que las zonas que concentran centros comerciales, vivienda, negocios, oficinas y equipamientos en mayor densidad se encuentren justo donde están los nodos de transporte. Así más personas pueden llegar de manera más fácil y sencilla, sin necesitar pagar un carro a 72 meses o esperar horas a que pase un camión donde se puedan subir.
Si te interesan estos temas no olvides suscribirte, es gratis!
Los edificios sí llegaron… pero ¿dónde están los nodos de transporte?
Aunque Guadalajara nunca ha sido una ciudad de skylines, en este milenio la construcción de edificios altos se ha acelerado como nunca antes. Basta mirar zonas como Américas o Andares para entenderlo: torres residenciales, oficinas, centros comerciales… pero todos desconectados del transporte público masivo.
Ni el Tren Ligero ni el Macrobús llegan ahí. Solo los camiones urbanos, que aunque forman el soporte del sistema de transporte, no tienen la capacidad ni la confiabilidad de un metro o BRT bien estructurado. Esto significa que estos nuevos clusters urbanos —con alta densidad, alta actividad y alto potencial— dependen inevitablemente del automóvil.
Y lo mismo pasa en el nodo de Chapultepec, que aunque tiene un tejido urbano más denso y diverso, choca con limitantes patrimoniales y de protección histórica, lo que dificulta consolidarlo como un verdadero clúster metropolitano.



Transporte regional: una oportunidad desaprovechada
Si queremos ser optimistas, podríamos decir que Guadalajara sí está desarrollando transporte regional. La Línea 4 del Tren Ligero es lo más parecido a eso. Pero aquí está lo grave: este sistema de jerarquía regional funciona como alimentador de un BRT, un sistema de mucha menor capacidad, que no atraviesa ni conecta las centralidades de la metrópoli.
Es como si pusiéramos el tren más potente a servir de remolque para un camión.
Además, el derecho de vía ferroviario que atraviesa la ciudad (Avenida Inglaterra y áreas centrales) es potencialmente la espina dorsal metropolitana… pero no se ha consolidado como tal. ¿Dónde va a llegar el proyecto nacional de trenes? ¿Cómo se va a conectar con los trenes regionales de Guadalajara? ¿Cómo se va a articular con el Tren Ligero y los autobuses urbanos? ¿Donde estará la estación central de la ciudad?

Hoy no lo sabemos, porque no hay un plan maestro que lo contemple. Y lo más grave, se siuen tomando decisiones sin un horizonte, visión o marco de referencia.
Compararnos para aprender: Toronto, Vancouver… ¿y México?
Aquí vale la pena mirar ejemplos externos.
Toronto, por ejemplo, es más grande que Guadalajara, sí, pero ofrece una lección valiosa: su Union Station articula el tren regional, el metro, el tranvía, el bus interurbano. Todo converge en un nodo central, un corazón metropolitano.
Vancouver, con su SkyTrain, logra una mezcla interesante: altas velocidades, distancias regionales, y un tren suburbano (el West Coast Express) que poco a poco expande su alcance.
¿En México? Quizá solo Ciudad de México tiene algo remotamente comparable, aunque tampoco es un modelo perfecto. Monterrey y Guadalajara, las otras grandes potencias urbanas, están lejos de lograrlo.
Roberto Remes tiene una serie muy interesante en Youtube donde habla justamente de como se podría integrar todo el transporte de la región del Valle de México, y no, no es con trolebuses elevados para que a nadie se le ocurra eso (¿O ya se les ocurrió y lo construyeron?)
¿Qué necesitamos hacer?
Primero, tener una visión de ciudad clara:
Que sea pública, lógica y de largo plazo, no atada al gobernador en turno.
Que defina dónde estarán los trenes regionales, dónde el tren ligero, como se conectarán, cómo se integrará la red en su conjunto.
Que contemple el derecho de vía ferroviario no como un pasillo marginal, sino como la columna vertebral regional de Guadalajara.
Un plan maestro metropolitano sería fundamental. Quizá proponga 100, 120 kilómetros de tren ligero, y otros 120 kilómetros de trenes regionales a mediano plazo.
Claro, esto no se va a construir en 30 ni en 40 años.
Entonces, mientras tanto, tenemos que fortalecer las rutas troncales de transporte público: carriles segregados, estaciones bien diseñadas cada 800–1,000 metros, preferencia semafórica, programas de mejora continua.
Y a la par, trabajar con los municipios y el IMEPLAN para transformar la zonificación, agilizar trámites y permitir que se construya donde se tiene que construir.
Porque no basta con querer hacer torres: hay que hacerlas en los lugares correctos, con las conexiones correctas.
Un futuro conectado
Guadalajara tiene la oportunidad de repensar su crecimiento.
Podría dejar de ser una metrópoli de islas verticales, desconectadas y dependientes del coche, para convertirse en una ciudad que articule su altura con su red, su densidad con su transporte, su crecimiento con su calidad de vida.
Me imagino una metropolis donde alguien del Salto puede ir a estudiar a una universidad central, llendo rápido y cómodo en el transporte público.
Una pareja que se logran ver a pesar de vivir a extremos opuestos de la metropolis, pero tienen muchos puntos convenienter para salir gracias a la red regional de transporte
La mayoría de los trabajos de oficina están bien conectados al transporte y por lo tanto, los desarrollos no necesitan sacar miles de camiones de tierra para hacer estacionamientos.
Pero para lograrlo, necesitamos algo más que torres.
Necesitamos visión.
Y necesitamos empezar ya.
“¿Y tú, cómo imaginas la Guadalajara del futuro? ¿Seguiremos llenándola de torres sin red, o podremos tejer una metrópoli más conectada?”
Si te gustó el post te invito a que te suscríbas y dejes un comentario, me motiva mucho para seguir con el proyecto
Nota. He de admitir que este es un post que tenía en mente pero que también fuí ayudado por herramientas de inteligencia artificial como experimento ¿Qué les parece? ¿Se dieron cuenta lo que llevan tiempo leyendome?